Asegúrese de que la funda sea compatible con el modelo de su producto para evitar problemas de ajuste o funcionalidad.
Mantenga las fundas fuera del alcance de niños pequeños, ya que algunas partes pequeñas pueden desprenderse y representar un riesgo de asfixia.
Si la funda presenta grietas, desgarros o cualquier daño estructural, reemplácela de inmediato para garantizar la protección adecuada del dispositivo.
No coloque la funda cerca de fuentes de calor, ya que algunos materiales pueden deformarse, derretirse o liberar sustancias químicas nocivas.
Limpie la funda periódicamente con un paño húmedo y jabón suave para eliminar suciedad, bacterias y residuos.
Si utiliza la funda en ambientes húmedos o mojados, asegúrese de que sea resistente al agua o utilice una adicional con esta característica.